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Aportamos a la transición

energética de Colombia

En el marco de la crisis ambiental que vive el planeta, la humanidad tiene en la transición energética uno de sus grandes retos. Y en este proceso, la transmisión o transporte de energía juega un papel fundamental. Hablemos de ese rol y de sus retos.

La actual crisis ambiental que vivimos requiere cambios que permitan la desaceleración del calentamiento global y la mitigación del cambio climático para garantizar la sostenibilidad de la vida en el planeta. Uno de esos cambios necesarios radica en la manera como producimos energía y en los combustibles que “mueven” el mundo: como gran reto tenemos usar cada vez más fuentes de energía limpias que no contaminen. Pero no es viable que ese proceso ocurra súbitamente y por eso se requiere una transición.

¿Por qué la transmisión es pieza clave?

La actividad del transporte de energía es fundamental para el desempeño de todo el mercado eléctrico. Sin transmisión no hay mercado de energía. Su importancia radica en que es el punto de encuentro de generadores y comercializadores, a través del cual se logra el intercambio físico de la energía eléctrica, viabilizando la competencia y optimizando, mediante los intercambios, el uso de los recursos de generación.

La transición energética está llamada a dar respuesta de manera directa al Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 de las Naciones Unidas, que habla de “garantizar el acceso a una energía asequible, fiable, sostenible y moderna para todos”. ¿De qué manera?

Conectando
las fuentes

que pueden aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas.

Aumentando
la cobertura

garantizando el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos.

Impulsando,
mediante la conexión

la meta de duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética.

Avances, retos y oportunidades

En Colombia los esfuerzos han sido significativos. Hoy contamos con múltiples instrumentos que facilitan la integralidad de la transición energética como inductora de desarrollo sostenible, entre ellos:

El Plan energético nacional 2050, trazado por la Unidad de Planeación Minero - Energética (UPME) desde 2015. En él se avizoran los cambios sobre el desarrollo futuro del sector energético colombiano, los cuales sirven de base para la elaboración e implementación de una política energética.

Renovación tecnológica de cara a las nuevas tendencias del sector (medición avanzada, micro redes, ciudades inteligentes, electro movilidad, transformación digital).

Alianza por la carbononeutralidad del sector minero-energético.

La incorporación de nuevos mecanismos que apalancan los esfuerzos públicos- privados para el desarrollo (obras por Impuestos y los Planes Estratégicos de Desarrollo Territorial, por ejemplo).

En ISA INTERCOLOMBIA desarrollamos proyectos de conexión y transmisión que permiten inyectar energías renovables al Sistema de Transmisión, aportando a su fortalecimiento y descarbonización. Sin embargo, son muchos los retos y oportunidades que como transportadores encontramos a la hora de ejecutar dichos proyectos:

Planeación anticipada a las necesidades de expansión y conexión de las fuentes no convencionales de energía renovable.

Celeridad en la apertura de convocatorias para la ampliación de los sistemas de transmisión nacional y regionales.

Agilidad en los trámites asociados a la construcción de infraestructura de transmisión, para equilibrar tiempos de respuesta en la cadena de la energía.

Agilidad en procesos de licenciamiento ambiental.

Reglamentación de mejoras a los procesos de Consulta Previa.

Gestión social articulada entre los actores involucrados.

Esfuerzos articulados para minimizar impactos de orden público en zonas de construcción de los proyectos.

Para atender el llamado urgente a la acción que se ha hecho desde la COP 26 y desde la agenda de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, los cambios deben ocurrir ya, sin dejar a nadie atrás: con todos los actores del mercado, de manera incluyente, con equidad y generado valor social y ambiental.

La Interconexión Costa Caribe, puesta en operación en 2022, es una de las obras de infraestructura eléctrica clave para la transición energética del país